jueves, 30 de abril de 2009

Retiro temporal

Ustedes, pocos, se preguntarán porqué no he vuelto a escribir. La verdad me voy a tomar un tiempo para definir unas cosas que necesito tener definidas. ¿Cuánto? No sé, creo no mucho.

Pero por aquí seguirán los textos de Andrea Arango.

Nos leeremos pronto.

Por Maria Clara Calle.

sábado, 25 de abril de 2009

Poder político

El poder tiene la necesidad de ser justificado. Es un
principio de la filosofía moral que lo que tiene necesidad
de ser justificado es la mala conducta, no la buena.

Norberto Bobbio

El poder es entendido como la relación amigo–enemigo, gobernantes y gobernados, es una contraposición del poder del opresor sobre el oprimido (Real Politik, lo político). Este tipo de relación se ve en diferentes ámbitos de la vida social y no por ser poder, es político; el amo tiene poder sobre el esclavo y es una relación económico-tiránica.

El poder político es la capacidad de emitir mandatos dentro de un determinado contexto social, colectivo y público; hacerlos respetar y obedecer en última instancia por la fuerza. El mandato entre hombres libres e iguales es política para Aristóteles. En Hegel, los individuos se agrupan voluntariamente para crear un Estado que requiere de dirigentes a los que se obedecerá, mando y obediencia es una relación de poder, en este caso transpolada a la política.

Hobbes teoriza dos de los tres elementos que hacen posible la existencia y permanencia del poder político. La tenencia de la fuerza, además total, es decir, el monopolio de los medios coercitivos; con el fin de lograr la paz. Habla de entregar a un único poder la capacidad total de coerción -el Estado absoluto-; así cada individuo no requerirá de la autodefensa (que genera permanente guerra), el leviatán con poder centralizado tendría la capacidad de dar defensa al colectivo. El intento de disputar la soberanía, de los para Estados, proto Estados o contra Estados; es dentro del poder político penalizado o criminalizado.

Sin embargo la concentración de poder genera abusos, que es necesario impedir por medio de normas que especifiquen los debes del soberano. La existencia de una constitución es la creación de los deberes que limitan al poder político; pero poner límites no es condición suficiente para que el poder político sea aceptado, la legalidad no es lo único que legitima. Antes de la existencia de las leyes, hubo un consenso entre la partes de la necesidad de organizar el poder, porque era el único capaz de dar solución efectiva de las necesidades.

En última instancia es el poder constituyente el que crea la norma que legalizará el poder.

Es la legitimidad el tercer elemento que posibilita la existencia y permanencia del poder político, si la sociedad está en permanente coerción y toda o la mayoría ve injusto el ejercicio del poder, poca será su permanencia.

El poder político para serlo, debe tener mecanismos de coerción, soberanía y estar autorizado; es decir, tener el monopolio legítimo de la fuerza.[1]

El Estado es la estructura mejor diseñada para poseer el poder político, y además cumple funciones administrativas con el fin de abarcar todo el territorio y conservar la cohesión e identidad social, para conservar así la soberanía.

Andrea Arango Gutiérrez.


[1] BOVERO, Michelangelo. BOBBIO, Norberto (1985). “Lugares clásicos y perspectivas contemporáneas sobre política y poder” en Orígenes y fundamentos del poder político. México: Grijalbo p.37-64

sábado, 18 de abril de 2009

Sueños que quedan por soñar


La justicia está cojeando porque cayó en una mina antipersona, la equidad está secuestrada en los montes colombianos y sólo hay unos locos que luchan por su libertad. El hambre y la guerra son las únicas que tienen pasaporte libre, que les permite la entrada a cualquier casa y cualquier vereda. Ellas no escatiman en gastos, ni en gente, ni en bondad, ni en justicia. Ellas llegan y se quedan para siempre. A veces durmiendo, a veces saciando su hambre insaciable, pero siempre están ahí.

¿Qué hacer cuando el mundo pierda la cabeza? ¿Cómo saber si ya la perdió en una balacera en un barrio de Cali o en una bomba en Medellín?

Yo creo que somos muy pocos los que queremos que las cosas cambien, sin embargo, hay pocos que nos desvelamos pensando en qué hacer, vamos caminando con nuestra cabeza vuelta un nudo mal hecho. Saber que hay algo por hacer no es lo mismo que saber cómo hacerlo, pero para algo ha de servir el cerebro.

Este texto no piensa llegar a ninguna parte, no lo pienso llevar a ninguna parte. Puede terminar siendo la excusa de por qué me había demorado tanto en escribir algo y es que en estos momentos mi cabeza no piensa en otra cosa distinta a qué hacer, cómo hacerlo y desde dónde hacerlo.

Un muy muy muy buen amigo me dijo que se necesitaba gente especializada en lo imposible, y estoy de acuerdo. Porque ¿si no se piensa en algo mejor, cómo se va a pretender tener algo mejor?

Que la guerra muera en uno de sus combates diarios, que torturen al hambre mundial y la entierren en una fosa común, al lado de sus víctimas y que uno se pueda bajar del mundo cuando quiera, como quería Mafalda. Ojalá que las cosas mejoraran, que los gobiernos pensaran en sus pueblos, que los pueblos pensaran, que los medios de comunicación fueran intermediarios que están de parte de la ciudadanía y no de parte de sus intereses privados. Ojalá que las instituciones no fueran TANN corruptas. De hecho, sería mejor que no fueran corruptas, pero abogar por eso sería tan soñador como imaginar vivir en anarquía.

En una conversación en la que estaba, unas personas muy allegadas a mí dijeron:
- Pero es que se necesitan pobres y desempleados para que las vainas sigan.
-Sí, pero ¿tantos?

Hasta en clase de periodismo económico vemos que la igualdad y la libertad son cosas que nunca podrán ir de la mano, que siempre será la una o la otra o ninguna. Pero, ¿por qué no pensar en soluciones?

A diferencia de Joan Manuel Serrat que canta que "se hechó al monte la utopía" yo pienso que los sueños de cambio son alientos cortos y silenciosos que están en la ciudad, en los pueblos, en las selvas y hasta en los ríos. No digo que abunden porque si así fuera, ya les veríamos un poco de cambio a las cosas. Sin embargo, los soñadores son como las brujas: "de que las hay, las hay".

Así sea en la cabeza de un desplazado, en el cerebro de un sociólogo o un politólogo desde su escritorio, o en el hijo al que le mataron su papá pero que no quiere coger un arma; así sea desde la cabeza de unos locos soñadores estudiantes o desde una madre de familia, el sueño por el cambio y por un país mejor está. Esté donde esté pero existe, así sea en pocas cantidades.

Quisiera darles la respuesta, es más, quisiera tener una respuesta para mí. Ojalá encontrara el camino que, para mí, fuera el mejor para cambiar las cosas. Pero, ¿quién dice qué es bueno y qué es malo? ¿quién dice que las cosas como están, están mal? Yo no digo que esa idea sea universal, pues hay millones de colombianos que creen que estamos de maravilla... "mejor imposible". Pero por mi parte, sí veo que los gobiernos, que la ciudadanía y que los medios de comunicación (todos en su gran mayoría) necesitan unos cuantos ajustes. ¿Qué cambiar? ¿Cómo hacerlo? ¿Por qué camino ir? Esas preguntas se las dejo para que cada uno de ustedes intente encontrarle solución.

Por Maria Clara Calle.
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Post escritum: Éste podrá atentar contra la coherencia y desenlace que deben llevar todos los escritos y las reglas que marca la sintaxis, pero quiero dejarlo así. Pido disculpas de antemano por los errores cometidos y las redundancias.

viernes, 3 de abril de 2009

El periodismo está de afán

El periodismo también tiene sus reglas. Una de ellas, casi de oro, casi inquebrantable, es la inmediatez.

Las cosas inmediatas siempre han sido característica de los actos animales, cuando el raciocinio del hombre queda suprimido por ese instinto que llevan todos los humanos por dentro. No sabemos cómo vamos a reaccionar frente a un atraco, un arma o frente a algo que sea un peligro de muerte, simplemente porque todo eso se lo dejamos a la inmediatez del momento.

Inmediato es algo que sucede en el mismo instante, sin esperar, sin pensar y sin analizar. Es una acción que se tiene que hacer en seguida sin dar tiempo para comprender y mucho menos para entender qué va más allá.

El conocimiento, por el contrario, es algo que no nace de un día para otro. Necesita años de esfuerzo y compromiso para ser tratado. Las cosas grandes toman tiempo en gestarse. Por ejemplo, una guerra no se hace de un día para otro, se necesitan años de opresión, pobreza y maltrato para comenzar la lucha. Los avances científicos requieren de años de estudio antes de salir al mundo y, a su vez, cambiarlo. Una persona necesita, como mínimo, estar seis meses en un vientre para nacer. Un cambio de estructuras necesita de siglos para completarse.

Pero para el periodismo esto no importa. Las cosas en ese oficio SÍ son de un día para otro. No importa cómo quede, no importa qué diga y no importa cómo se consiga el conocimiento que otros han tardado tanto en analizar. Todo eso se lo dejamos a la ética que tenga la persona, eso no le compete a este oficio. Lo único que importa es que haya 500 palabras o una nota de 3 minutos para producir lo que muchos llaman noticia.

¿Qué conocimiento se gesta en un día? ¿Cómo se puede pensar siquiera que un periodista va a entender lo que a otros les ha tomado años hacerlo? Claro, se supone que un periodista debe estar contextualizado de todo. Pero entre leer 3 periódicos, oír, ver y buscar las noticias, escribir y recibir órdenes de un editor DIARIAMENTE no hay tiempo para aprender la teoría política, sociológica, filosófica y antropológica que plantean los que sí saben del tema.

Un periodista es sólo un navegante en un ancho mar de pocos centímetros de profundidad. Lo cree saber todo, pero al momento de estar con un experto, éste aplasta los "conocimientos" del periodista. Siempre necesitando estar listo para todos los campos, importando sólamente que pueda entender las palabras que le va a decir el teórico. ¿Dónde está el conocimiento en esas circunstancias?

¿A que loco se le ocurrió volver un oficio -que es una pasión- en una carrera? Para el periodista, el conocimiento sólo sirve para formular una pregunta y no para cambiar una realidad.

Es muy importante estar conectado TODO el tiempo con la realidad, con la vida urbana, con lo que sucede; pero también se necesita conocer la teoría y saber ésta qué dice acerca de la realidad y cuáles análisis y soluciones ha propuesto. Esa es la verdadera suma que dará como resultado un cambio social y no la inmediatez con la que se intenta tratar el conocimiento.

Quizá la solución está en que se le de a los periodistas de cada sala de redacción 10 ó 15 días para tratar su tema de análisis. Mientras él hace esto, se publican las noticias que los otros ya tienen lista después de su trabajo de días.

Cuando las cosas nacen por pasión salen mucho mejor que cuando nacen por obligación. Pero si ese tema apasionante sólo tiene un día para gestarse, no hay nada que valga frente a tal insulto.

Por Maria Clara Calle.

Democracia, Derecho y Liberalismo

Las ideas y teorías políticas hablan de las formas ideales de vivir en sociedad, pero también han sido las que dirigen la práctica política y social. Detrás de las grandes luchas existieron ideales, como la libertad, igualdad y fraternidad de la Revolución Francesa y cada lucha a su vez genera ideas nuevas, como lo es la tolerancia producto de la guerra de religiones. El esfuerzo es lograr visualizar cómo las ideas de democracia se expresan en la realidad.

En teoría, la democracia liberal es la forma moderna de legitimar el poder; por medio de un conjunto de reglas para la toma de decisiones colectivas en la que es necesaria la más amplia participación posible de los interesados, quienes avalan a alguien para tomar las decisiones, bajo un procedimiento antes acordado. El derecho permite el ejercicio de la democracia real y la democracia la permanencia de los derechos, de la”…garantía de los principales derechos de libertad, existencia de varios partidos en competencia, elecciones periódicas y sufragio universal, decisiones colectivas o concertadas o tomadas con base en el principio de mayoría, de cualquier manera siempre después del debate libre entre las partes o entre los aliados de una coalición de gobierno”[1]

El Estado liberal de derecho es el escenario democrático, ya que el poder se encuentra sometido a la ley y limitado frente al individuo. Estado liberal y Estado democrático se copertenecen, son necesarias las libertades para ejercer la democracia y es necesaria la democracia para garantizar la existencia y permanencia de las libertades.”…la condición necesaria de todo gobierno democrático as la protección de las libertades civiles: la libertad de prensa, la libertad de reunión y de asociación son vías por medio de las cuales el ciudadano puede dirigirse a sus gobernantes para pedir ventajas, beneficios, facilidades, una más equitativa distribución de la riqueza, etc.”[2]

Por último es necesario aclarar que aquí se habla de una democracia meramente liberal, ya que existen diversos tipos de democracia: totalitaria, socialista, popular, populista, pluralista elitista, corporativa, consensual, mayoritaria, de los antiguos y de los modernos.
Andrea Arango Gutiérrez

[1] BOBBIO, Norberto (2004). El futuro de la democracia. México, D.F: Fondo de cultura económica, p. 45-46
[2] Ibíd., 43-44

G20 en medio de la crisis

Se reunió el G20 (Los 20 países más ricos del mundo: Estado Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Canadá, China, India, Indonesia, México, Brasil, Argentina, Rusia, Arabia Saudita, Australia, Corea del Sur, Turquía, Italia y Suráfrica) en Londres, estando el mundo en plena crisis económica a causa de la caída de las bolsas en New York y dirigiéndose a una depresión. Es paradójico que sólo ahora se piense que el mundo está en crisis, cuando se ven afectados los bolsillos de los grandes industriales.

Antes de la caída de la bolsa y siempre en la historia de la humanidad la igualdad han sido olvidada. Y los mártires que lucharon por la nuestra fueron crucificados o asesinados.

Dice quien se ha olvidado de la libertad, pero luchó por la igualdad y dignidad de su isla, Fidel Castro: “Exterminaron nuestros bosques y arruinaron los suyos; qué quedo para nosotros: el subdesarrollo, la pobreza, la dependencia, el atraso, la deuda y al incertidumbre. Para las sociedades súper desarrolladas el problema no es crecer sino distribuir, y no sólo distribuir entre ellas, sino distribuir entre todos, el crecimiento sostenible de que se habla es imposible sin una distribución más justa entre todos los países. No puede haber crecimiento sostenible para una parte del mundo y subdesarrollo para todos los demás.”

Andrea Arango Gutiérrez