miércoles, 13 de enero de 2010

Votaciones a la medida

Por Maria Clara Calle Aguirre.

- Haber, haber. Vamos un poco más despacio que no estoy captando lo del referendo.

- ¿Qué no entiende?

- ¿Quién y por qué pidió que se aplazaran las fechas de votación para elegir presidente?

- El quién siempre ha sido misterioso. ¿Se acuerda de Los Extraditables, en la época de Pablo, que nadie sabía quiénes eran? Más o menos así es en este momento, porque los que pidieron eso fueron 'los amigos del Presidente'. Cuáles amigos y con qué poder piden aplazar las votaciones, no se sabe. El porqué sí es más sencillo. La Corte Constitucional todavía no ha aprobado el referendo reeleccionista, con el cual se le daría paso a Álvaro Uribe a aspirar por un tercer mandato seguido.

- Que es lo que él ha criticado tanto de Hugo Chávez y de Evo Morales, ¿cierto?

- Exacto. Pero esta vez es diferente porque, según el mismo Uribe, esa decisión depende de Dios, de la Corte y del pueblo.

- Bueno, pero en qué afecta que la Corte todavía no haya aprobado el referendo.

- Más que la Corte no lo haya aprobado, es que Uribe no ha dicho que sí se va a lanzar. Por lo que se han quejado la mayoría de los candidatos presidenciales es porque él, en caso de que se vaya a lanzar, no está cumpliendo con la Ley Estatutaria de Garantías Electorales.

- ¿Qué es eso?

- En pocas palabras es lo que define el marco legal del debate electoral para que todos los candidatos tengan una igualdad de condiciones. El problema está en que las elecciones son el 30 de marzo y el artículo 30 de la Ley de Garantías dice que en los cuatro meses anteriores a la votación, el candidato que ejerce la presidencia no puede ir a inauguraciones de obras públicas, hablar de los otros candidatos ni utilizar bienes del Estado para actividades de su campaña, entre otras cosas.

- Entonces, según eso, Uribe no puede transmitir consejos de seguridad.

- No, no lo puede hacer. Y eso fue lo que le pidió el Procurador General de la Nación, Alejandro Ordoñez, además de pedirle que cumpliera con toda la Ley de Garantías. También le pidió a la Corte Constitucional que aprobara el referendo. Lo que yo no sé es si esa petición se puede hacer, teniendo en cuenta la independencia de poderes.

- Ah, sí, sí. Yo por ahí oí algo acerca de que Ordoñez había dicho que ningún vicio que tenga el referendo puede afectar su legitimidad porque, según él, se tiene que tener en cuenta la voz del pueblo.

- Pero un ex presidente de la Corte Constitucional le respondió que no era posible avalar la constitucionalidad de algo en lo que ha habido irregularidades y faltas a la Constitución Política. Eso es un chanchullo muy complicado. El 16 de diciembre de 2008, la Cámara de Representantes convocó a una sesión extraordinaria a las 11:30 de la noche. Media hora después se aprobó el referendo. El problema está en que antes de todas las sesiones se tiene que publicar en un documento público el tema de debate. La irregularidad está en que la publicación de lo que se iba a hacer ese día fue después de haberse hecho. Además, por ahí se dice que todo el proceso fue financiado por DMG. Eso está muy enredado y aún así el Procurador le pide a la Corte Constitucional que lo apruebe.

- Pero, volviendo a lo de la Ley de Garantías, ¿cómo hay una igualdad ahí si estando a menos de tres meses, Uribe no ha dicho que sí ni que no?

- Ese es el problema. Por eso sus tales amigos pidieron que se aplazara la fecha de votación, por eso el Procurador salió corriendo a pedirle que cumpliera con la Ley de Garantías y por eso mismo, muchos de los nueve candidatos presidenciales que ya están seguros, pusieron el grito en el cielo.

- ¿El Presidente dijo algo en cuanto a la petición del Procurador?

- Sí. Para Radio Magdalena, respondió que "se respeta y se acata".

- Pero, ¿cómo así? ¿No pues que no ha dicho que será candidato?

- Eso es lo que nadie entiende. La Constitución se le está volviendo el traje a la medida. Ya hasta piden que se corran las fechas de votación para que nuestro presidente pueda cumplir la Ley de Garantías y mientras tanto, todos en vilo.

- De malas. Para que no dijo antes que sí iba a ser candidato.

- De malas todos, porque ni siquiera todavía ha dicho que lo será.