Imagen hecha por Daniel CastilloEntre los muertos de Colombia, de Brasil, de Chile, de Etiopía, de Kuala Lumpur, de Zimbabue, entre los cuerpos caídos en todo el mundo. Mientras los noticieros dicen verdades a medias, es decir, mentiras completas, mientras los politiqueros bailan con la mentira -su mayor arte- y mientras el mundo se queda en silencio, yo ejerzo mi Derecho a Soñar.
Cuando uno, en este momento, está siendo callado y otro obligado, cuando alguien es quien está mandando a callar, yo sigo soñando porque haya miles de personas que no se conformen y digan "Yo ejerzo mi Derecho a Soñar".
Soñar que se camina sin dar vuelta atrás para mirar quién lo sigue, soñar con que algún día el conformismo se vaya y los sueños no dejen de existir ni con un arma al frente. Con que las sombras dejen de atemorizar y con que la mano invisible no maneje al mundo. Mi mayor sueño es que la economía tenga la mayor inflación de su historia para que la dejemos de demandar.
Soñar es lo que nos permite seguir en pie, soñando somos lo que queremos ser, soñando el mundo es lo que queremos que sea.
Un suspiro, una palabra, un abrazo o un silencio. Todo lo sueño antes de hacerlo y cuando lo hago no queda más que seguir soñando. Quiero seguir soñando con que el amor es para siempre y con que ya encontré al amor que buscaba.
Sueño con un mundo mejor donde uno es igual a uno y no hay dos ni tres, donde nadie muere de hambre porque nadie muere de indigestión, donde todos sueñan lo que quieren ser sin preguntar si algún día lo serán.
Sueño con un mundo que sea moldeado por los hombres y no un hombre moldeado por las circunstancias del mundo. Libertad y Justicia: hermanas siameses que al nacer tuvieron (y tuvimos) la desgracia de ser separadas, pero sueño con que esa separación no sea para siempre.
Mis sueños son que algún día vivamos, no por tener, no por las cantidades, sino que vivamos por vivir. Como bien lo dijo Eduardo Galeano "como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega".
Yo vivo soñando y moriré soñando, sueño durmiendo y, al igual que mi amigo, sueño despierta. Sueño que un día la Democracia deje de ser un sueño y en ese momento comenzar a soñar que la vivo, que la vivimos.
Con este sueño que ni la vejez me va a quitar, me uno a la campaña por el Derecho de Soñar, porque las personas (jóvenes, niños, ancianos o adultos)...todos necesitamos que se cumpla el Derecho a Soñar.
Soñar sin límites ni circunstancias, soñar como aquel que no sabe que sueña. Me uno a la erradicación de la palabra 'obligatorio' y propongo borrar la palabra 'miedo' de los diccionarios, de los pensamientos y de las personas.
Soñar sin importar qué diga el mundo porque somos nosotros quienes lo hacemos y no él quien nos hace. Hay que imaginar todo lo que se quiera sin temor a nunca alcanzar esos sueños y pensando que el día en el que se alcancen se sueña con otro mundo mejor.
Sueño con que los sueños no se queden supeditados a esa masa que llamamos mundo y con que los sueños no se acaben al despertar. Con un poema declamado cuando se quiera, con que muchas voces griten fuerte "ME OPONGO" en alguna calle por miles de razones sin miedo a lo que pueda suceder después. Con que la Constitución Política de Colombia sea más que 4 palabras y 30 letras y con que las únicas muertes que existan sean las de sobredosis de vida. También sueño con una vida sin 'peros', que no son nada más que el disfraz del miedo al fracaso.
Sueño con que las palabras nunca se acaben, con cientos de escritos que hagan cambiar al mundo como gritar "Revolución".
Sueño con una cabeza intranquila, con pensamientos que no se queden quietos. Sueño con acciones y con el no silencio. Sueño que todos tienen un sueño, al menos uno, y que luchan por conseguirlo.
La vida debería consistir en soñar con ser diferentes y jugar a respetar las diferencias.
Yo sueño que las personas nunca dejen de ser niños ¿Acaso no han notado que la Ilusión y la Esperanza sólo están en el espíritu infantil? A la pregunta "¿Cuándo vas a crecer?" sueño siempre responder "JAMÁS". Y nunca olviden que los miedos que quedan son las libertades que faltan. Seamos realistas, pidamos lo imposible.
Mientras yo sueño con todo eso, mi abuela sueña con no tener más el dolor de espalda que tanto la aqueja, mi papá con verme terminar mi carrera y con que después haga lo que más me guste y la empleada de mi casa me dice que sueña con "cositas, cositas".
Yo ejerzo mi Derecho a Soñar porque sólo me quedan estas ganas de vivir.
Y vos, ¿has ejercido tu Derecho?
Por Maria Clara Calle.
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Pueden quedarse con la imagen de 'Yo ejerzo mi Derecho a Soñar' siempre y cuando nunca dejen de atribuírsela a Daniel Castillo.
Recomiendo que se vean el video donde se lee el epílogo que Eduardo Galeano hizo para el libro "Patas Arriba: La escuela del mundo al revés". Lo pueden encontrar en este
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