lunes, 5 de abril de 2010

La mariposa descarada


En frente de un río claro, sobre una gran piedra y mirando al cielo pienso en la perfección de la naturaleza; y de repente una mariposa, que se pasea delante de mis ojos y haciéndole una pequeñísima sombra al sol, comprueba mi pensamiento.


Desde mi desconsoladora posición rastrera la veo roja con amarillo y naranja, sólo unos puntos negros la acompañan, se ve hermosa; y no bastándole con ello, da una suave vuelta en semicírculo diagonal, para dejar ver un poco del lado que antes veía el sol y yo no; azul torna sol, azul fuerte y a veces morado.


Ella no cedió una parte de su cuerpo, como suelen hacerlo las más coloridas, para ser negra o café. Esa mariposa es descarada.


Andrea Arango Gutiérrez

2 comentarios:

Lucas Vargas Sierra dijo...

Me gusta el cambio de la plantilla. Quedó más chévere así.

¡Alegría!

P.D: Las mariposas son geniales.

Maria Clara Calle Aguirre dijo...

De acuerdo con Lucas.

En cuanto a la mariposa:
¿Te acordás ese día en Sapzurro? Sí, ya sé cuál de tantos. Pues ese día que nos fuimos hasta Capurganá caminando en lo que parecía una selva. ¿Te acordás de esa mariposa descarada que vimos? Lo más descarado de todo era que, sin moverse de su posición, abría y cerraba las alas como diciéndonos "admírenme y vean cómo desafío la naturaleza".

Que buenos eran esos días.