viernes, 17 de octubre de 2008

Seguridad Burocrática

Durante todo el mandato de Álvaro Uribe se ha promovido la Seguridad Democrática, que en simples palabras significa confianza para todos los colombianos. Ese ha sido el slogan que ha utilizado el gobierno en estos 6 años para crearse cierta popularidad, la misma que ha hecho de Uribe el presidente más querido por su pueblo en toda América.

Bajo los tres pilares uribistas (seguridad democrática, confianza inversionista y cohesión social) se están asesinando en este momento indígenas de 15 departamentos por exigir respuestas acerca de los 57 muertos en el Departamento del Cauca, por protestar en contra del TLC y por defender las tierras que les han sido usurpadas por el paramilitarismo; quedando 400,000 indígenas sin lugar para vivir ni para trabajar. Por defender sus derechos, según la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, han sido asesinados 4 personas: Nicolás Valencia, Celestino Rivera, César Hurtado Tróchez y el otro nombre no lo sé. También han resultado más de 120 personas heridas de las comunidades indígenas, producto de las batallas entre las comunidades y el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), perteneciente a la Policía Nacional; quienes también han sido lesionados.

Los indígenas exigen un diálogo con el presidente Uribe o con el ministro del Interior y la Justicia, Fabio Valencia Cossio, para encontrar solución a sus problemas. Por su parte, el presidente Uribe en un discurso dado en la Universidad Santiago de Cali le dice a los indígenas que se creen en su imaginación la manera de pedirle disculpas a los policías.

Una nueva amenaza surge en el Urabá antioqueño y en el Departamento de Córdoba: Autodefensas Gaitanistas de Colombia. Son varios exparamilitares que se habían desmovilizado bajo la Ley de Justicia y Paz que decidieron reagruparse debido al incumplimiento por parte del gobierno. Los negocios de estas regiones -que están militarizadas- permanecen cerrados debido al miedo y a las amenazas que dicen recibir los habitantes. La policía y el gobierno aseguran que no sucede nada, que todo está bajo control.

Por otra parte tenemos los paros de la Rama Judicial y de los corteros de caña. Los primeros están volviendo a la normalidad debido al Estado de excepción (que es Conmoción interior en este caso) declarado por Uribe, que le da poderes judiciales a la Sala de la Judicatura para remover y reemplazar a todo juez y magistrado que se declare en huelga por una persona que no tiene la misma larga experiencia de los trabajadores en paro.

Los corteros trabajan 13 horas al día, 7 días a la semana, descansando dos domingos al mes, durante todo el año; para que se les pague $646 la hora, sin tener salud ni educación asegurada. Protestan por eso y por protestar el gobierno ha dicho que sus huelgas están infiltradas por las FARC.

También están los cientos de asesinatos, robos y violaciones que se cometen a diario en todos los municipios y ciudades de Colombia.

Al parecer la seguridad democrática no es para todos y sólo aplica para que el presidente pueda llegar al Palacio de Nariño en decenas de carros negros y polarizados sin recibir un solo tiro. Para que al Director de Fiscalías de Medellín (hermano del Ministro del Interior y la Justicia) le den casa por cárcel siendo presunto culpable de cometer 5 delitos. También puede aplicar para que las empresas gubernamentales y extranjeras puedan estar en cualquier lugar del país sin ser perjudicadas por los sindicatos. A su vez, esta seguridad funciona para culpar de todo a las FARC (paros, asesinatos, secuestros, destierros, etc) y evitar que este flagelo toque las altas esferas del país.

Por Maria Clara Calle Aguirre.

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