Ahora estoy

Esta noche me quedaré con los poemas
Esta vez con una boina negra y un buzo ceñido al cuerpo
Con la bohemia que no deja dormir en paz
Con el cigarrillo que quema la mano
Con la mano que aprieta el cigarrillo
Esta vez sólo habrá teatro y tango, lo demás ya cambió.

Estoy al lado de los besos prohibidos
Y de los besos dados
Ya no habrá más amores utópicos
Rondando por los pasillos
Ya sólo hay noches de des-velas
Unos Malos Pensamientos
Y miles de cuentos que quedan por contar.

Amigos idos, amigos perdidos...Estaré con ustedes y con su pena
Ya no hay más pensamientos que no van a ningún lugar
Ni noches de lágrimas, ni ideas volando
Lo que hay ahora es una mezcla de canciones
De Héroes del Silencio, de Adriana Varela y de Jorge Drexler.

Estoy con los sueños que no dejan dormir
Con las letras que no han salido y que se pegan a la piel
Con los cuentos que quedan por contar
Con los poemas que quedan por leer.

Estoy con las palabras para la gente
Nunca con las palabras para pensadores
Me quedo con la sencillez y la tranquilidad
Porque siempre voy a preferir un abrazo a una confusión
Una sonrisa a un silencio incómodo
Unos ojos que quieren conocer
Y en los que me reconozco
A una mirada fría y mezquina.

Me quedo entonces con las noches inconclusas
Con los pensamientos de cambio
Con los pasos que recorren de noche toda la ciudad
Me quedo con el cuerpo que se tiende en alguna avenida en la madrugada
Me quedo con la Medellín herida
Y con el humo que sale de algún cigarrillo.

Me quedo con los dientes quebrados y los rizos del pelo
Con las voces desentonadas que cantan sin parar
Me quedo con las letras y con las heridas
Con las vivencias de muertes
Y con los sueños extraños
Me quedo con las risas y las miradas.

Me quedo con ellos, hasta que ellos se vayan también.

Por Maria Clara Calle.