viernes, 19 de diciembre de 2008

1985: La actualidad colombiana

Sin saberlo o quizá de manera consciente, hemos repetido nuestra historia una y otra vez. Los mismos que hoy son alcaldes, periodistas, ministros, técnicos de fútbol y guerrilleros son quienes vienen haciendo la historia colombiana, por lo menos, desde 1985.

Revisando el periódico El Tiempo de ese año y del siguiente encontré que muchas de las situaciones que vivimos hoy por hoy son las problemáticas de hace 20 años y que las mismas ideas que hoy se plantean fueron dichas en el siglo pasado.

A medida que iba pasando las páginas veía cómo los ministros de Belisario Betancur -e incluso él- aseguraban que el conflicto con las guerrillas colombianas iba a llegar pronto a su fin. En aquel entonces, el gobierno estaba empecinado en acabar con la que era su mayor pesadilla: el Movimiento 19 de abril (M-19). Esta guerrilla se había robado la espada de Simón Bolívar de la Quinta de dicho libertador, en 1974; se había tomado la emabaja de República Dominicana en 1980 y había asestado el que sería su mayor golpe: la toma del Palacio de Justicia, el día 6 de noviembre de 1985.

Todos los dirigentes hablaban del ELN, de las FARC y del M-19 y de cómo iban a acabar esas guerrillas, que es muy parecido a lo que han dicho el Ministro de Defensa y los altos mandos del Ejército actual. Con seguridad que la ministra de comunicaciones de ese momento, Noemí Sanín (actual embajadora del Reino Unido), no veía viable que las FARC y el ELN siguieran sonando en pleno siglo XXI, 23 años después de que proclamaran su fin último. Desde 1985 estamos presenciando "el fin del fin" de la guerrilla colombiana.

Personajes como Marulanda, Alfonso Cano, Jacobo Arenas, Raúl Reyes y Timochenco eran los enemigos a combatir de 1985. Al parecer el gobierno no ha cambiado mucho de objetivo.

En ese mismo año, las disputas entre Colombia y Nicaragua eran por la presunta ayuda del gobierno nicaragüense a las guerrillas colombianas, en especial al M-19, y por la soberanía de San Andrés. Otro problema que sigue vigente.

Pero las dudas no sólo giraban entorno al proceder del gobierno nicaragüense, también estaban presentes en el actuar de las Fuerzas Militares, principalmente en los hechos de la toma del Palacio de Justicia. Aún no es claro cuántas personas murieron en aquel holocausto, como lo llaman muchos, y menos de cuántas padecieron los horrores cometidos por los militares del glorioso Ejército Nacional. La opaca nube de incertidumbre que hubo alrededor de las explosiones ocasionadas por las Fuerzas Miliatres de Colombia es la misma que hoy cubre a las víctimas del terrorismo de Estado, más conocidas como 'falsos positivos'.

Las discusiones acerca de legalizar o no la droga también tenían espacio en la década de los 80. La idea, apoyada por el escritor Milton Friedman y por el columnista de El Tiempo Eduardo Lemaitre, entre otros, no es reciente ni es una posibilidad que se contempla desde las reuniones de César Gaviria con algunos presidentes latinoamericanos.

Los paros judiciales y sindicales no son cosa de hoy solamente. En ese entonces, muy parecido a lo que sucede con la Conmoción Interior actual, los funcionarios del poder jurisdiccional comenzaron a trabajar en los juzgados debido a un paro realizado por los verdaderos jueces que sí habían sido elegidos por mérito.

Los medios de comunicación que hicieron elegir a Virgilio Barco a través de la excesiva propaganda son los mismos que montaron a Álvaro Uribe a la presidencia. Esto lo lograron con las mismas artimañas de divulgación reiterada y de opacidad a otros candidatos.

Personas como Antonio Caballero (reportero de RCN en ese entonces), María Jimena Duzán, quien era columnista de El Espectador, el senador Humberto de la Calle, Ernesto Samper (senador en 1985) y su hermano Daniel (columnista de El Tiempo en esa época) fueron personajes comentados de ese momento que aún siguen bajo el lente de los medios de hoy, si es que no son el lente. Lo mismo sucede con Juan Gossaín, quien era columnista de El Tiempo, Enrique Peñalosa (secretario económico de Virgilio Barco) y Jorge Luis Pinto (técnico de Santafé en ese entonces). Tampoco podemos dejar de lado a nuestro presidente Uribe, quien fue Concejal de Medellín de 1984 a 1986.

Como ven, los sucesos de 1985 son muy parecidos a los actuales. Si llegan a tener un periódico de hace 20 años en sus manos, sentirán que ese periódico está narrando la actualidad colombiana que se vive en pleno 2008. La confusión entre las épocas se hace presente en todo momento; y es comprensible, pues los personajes, los hechos, las problemáticas y los enemigos de aquel año son los mismos que hoy hacen la historia de nuestro país.

Por Maria Clara Calle.

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