sábado, 1 de noviembre de 2008

Información silenciada

La realidad de nuestro país es tan irreal y tan común que día a día suceden acontecimientos que dejarían frío a cualquiera. Pero aquí, en Colombia, eso no sucede pues esos son hechos del diario vivir a los que nos hemos acostumbrado y con los que nos levantamos todas las mañanas.
Sin embargo, el hecho de que casi nada nos impresione no le da permiso a los medios para ocultar la realidad de esta sociedad, opacando unas noticias con otras que, en algunas ocasiones, son de menor importancia. Pero ¿a qué se debe este ocultamiento? ¿Quién decide qué noticias poner, cómo y dónde ponerlas? He aquí la lógica mediática que no es nada fácil de entender y mucho menos de responder.

En todos los medios de comunicación existe algo que se llama agenda. Para explicarles qué es esto, tomaremos como ejemplo los medios impresos, principalmente revistas y periódicos . La agenda es el resultado de escoger qué noticias se publican, en que página irán -teniendo en cuenta que la primera página siempre es la más importante-, qué espacio tendrá cada una para su desarrollo y cómo se van a tratar.

Pero no todo se puede decir, es ahí dónde entra la injerencia de cosas como la posición ideológica predominante, que casi siempre, hace que todos tengan el mismo pensamiento, alaben y ataquen lo mismo y a la misma persona. También están los intereses de los medios, pues ellos también tienen amigos y como dice el dicho: No se muerde la mano de quien te alimenta.

Por otra parte tenemos la obtención de la información. Cada persona quiere utilizar el espacio mediático para darse propaganda y venderse al público, en manos del medio y del periodista, está que ésto pueda llevarse a cabo o que no se logre. Lastimosamente hay un juego de toma y dame entre el poder y la información, donde unos no atacan a los otros mientras los otros sean beneplácitos con los unos.

Si tenemos en cuenta que el objetivo del periodista y del medio -en teoría- es vigilar constantemente el poder y a quienes lo ejercen para estar en el momento de estafa o robo y darlo a conocer al público. Si somos conscientes de que el periodismo es -teóricamente hablando-, como leí en alguna parte, el "perro guardián" que está a favor de lo público y acechando lo privado, nos daremos cuenta de que la mayoría de los medios colombianos no son más que una patraña.

Son una mentira de información constante, mostrando lo que les conviene y cómo les conviene, tergiversando cifras si es necesario, dando el don de la palabra y la posibilidad de mostrarse al público sólo a quien sea su amigo y a quien le ayude al medio, eliminando contexto (dejando la noticia cada vez más incompleta) para publicar un anuncio publicitario. Casi todos los medios -tanto en pro del gobierno como en contra- sólo muestran a la luz pública lo que está acorde con su ideología política y con sus intereses privados. El derecho a la información de todos ha sido reemplazado por el beneficio económico del medio.

Cada vez hay que leer más periódicos, ver y oír más noticieros para poder conocer la verdadera realidad del país. Digo verdadera realidad ya que en Colombia hay cientos de verdades y de naciones dentro de la misma nación que no son dadas a conocer por esos que se hacen llamar medios de comunicación.

Por Maria Clara Calle Aguirre.

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