viernes, 7 de noviembre de 2008

Los fundamentos de la teoría dialéctica de la sociedad del materialista universal Karl Marx.

Marx fue ante todo un economista social que recogió la historia para elaborar una teoría crítica del orden existente; toma de Hegel la dialéctica, que es abstractamente filosófica para aplicarla en la sociedad como explicación del desarrollo histórico de los pueblos y demostrar que vamos hacia un modelo social, llamado comunismo. Es importante aclarar que entre Marx y Hegel hay una brecha que los separa; Hegel es un racionalista, idealista, que cree en la existencia de la razón humana y en la capacidad de ésta junto con otras razones, de encontrar la verdad absoluta por medio de la dialéctica universal, es decir, la dialéctica es el medio para llegar a la verdad de manera colectiva por medio de antagonismos, confrontaciones, tesis y antítesis para lograr una conclusión avanzada.

Marx acepta el proceso dialéctico universal, adopta el método hegeliano, pero cambia el fin filosófico por un fin social, cambia la razón y la búsqueda de la verdad, por el hombre y la búsqueda del bienestar económico; Marx no es un idealista racionalista, es un materialista; porque la historia empírica real ha negado la existencia de la filosofía, ya que ha existido una clase sin razón, una clase que no tiene tiempo para pensar porque está atada a su condición física, a su condición laboral, el proletariado, demostrando así que no es verdad que la razón sea universal e inherente a la condición social.

Kierkegaard a diferencia de Marx y Hegel, aboga por el individuo aislado en busca de sus necesidades y aspiraciones, en busca de la felicidad individual; no cree en la universalidad ni en las colectividades porque siente que niegan al individuo. Marx por ejemplo, en su concepto de libertad es universal, dice que mi libertad y la de los demás son una sola y se extiende al infinito; yo no puedo ser libre si mi sociedad está encadenada y Kierkegaard, abogaría por la libertad liberal, diciendo que mi libertad llega hasta donde comienza la de mi compañero.

Feuerbach opta a diferencia de Hegel, por el materialismo; no cree que la esencia y la condición del ser sean la razón, sino la naturaleza. Lo concreto y la realidad hacen al ser, es decir, el sujeto es pasivo, receptivo de lo que perciben sus sentidos, y Hegel negó que los sentidos dieran la verdad, piensa en un sujeto activo que piensa y encuentra la felicidad en el pensamiento, no en lo material. Marx a pesar de ser un materialista, hace una crítica a Feuerbach por la pasividad que le otorga al sujeto; ya que la idea de revolución presupone una preparación y participación activa del proletariado y la población en general, para que sea posible la coyuntura.

Marx se declara materialista por las condiciones materiales de su época, en donde lo económico coordina lo social y lo social determina lo mental, la consciencia. Ve como ilusoria las soluciones idealistas que liberan por medio de la razón.

El hombre debe trabajar para lograr dinero y conseguir condiciones de vida adecuadas que le permitan pensar, desarrollar su espíritu absoluto por medio del arte, la religión y la filosofía, construir su esencia. Pero en la sociedad capitalista no hay tiempo ni energía para construir esencias, porque son gastadas en un trabajo que no genera las condiciones, solo alcanza para sobrevivir; debido a que el modelo se perfecciona cada vez más, los grandes capitalistas tienen mucho dinero gracias al aumento de oferta laboral favorable que les permite explotar trabajos sin pagar lo suficiente, ni siquiera lo necesario, sacando así mucha plusvalía, que les genera ingresos para alimentar su bolsa de ahorro; la mayoría de la plata se queda en manos de pocos y la pobreza se generaliza.

El trabajo debería ser autorrealización, la actividad que desarrolle potencialidades físicas y mentales, el encuentro consigo mismo al trabajar un producto, la satisfacción de las necesidades, no el medio para satisfacerlas; en el sistema capitalista el trabajo es alienador, el producto trabajado es ajeno al obrero porque está fuera de su alcance y es el objeto que lo esclaviza. El trabajo no mira las necesidades ni habilidades de cada individuo, es una mera relación remunerativa, el individuo no puede elegir su trabajo, las relaciones ya no son entre seres humanos sino entre cosas, entre mercancías, interrelaciones con e fines económicas.

Es necesario entonces hacer una revolución universal para abolir el trabajo alienado, que es la base del funcionamiento del sistema capitalista, hay que crear un trabajo digno, para lo que se requiere la abolición de la sociedad privada, que es la generador de las clases sociales, socializar todos los modos de producción para que a cada uno se le de lo que necesita y no lo que trabaja y así lograr un libre pensamiento.

Marx analizó la sociedad capitalista desde sus inicios con el materialismo histórico y aplicó la teoría dialéctica de Hegel a la sociedad, mostrando como a lo largo del tiempo las sociedades han evolucionado gracias a sus antagonismos, a sus guerras. Muestra que la división de clases creada por el modelo capitalista trae consigo su destrucción, obedeciendo la teoría dialéctica; el proletariado hará la revolución que destierre del poder a los capitalista para crear un modelo comunista en donde no existan los antagonismos. La dialéctica de la sociedad y el materialismo histórico, son modelos para explicar la “prehistoria”, pero a partir del comunismo se habla de la “historia efectiva” en donde no exista ya lucha de clases; ya no será el mundo un universal negativo, sino un universal positivo. En donde todas las sociedades vivirán sin división de clases, sin trabajo alienado, en donde las necesidades físicas estén suplidas y podamos dedicarnos a construir nuestro espíritu, nuestra mente, nuestra conciencia, nuestra razón; en donde seamos verdaderamente libres.

Nota: este texto con base al libro “Razón y Revolución” de Herbert Marcuse
Andrea Arango Gutiérrez.

1 comentario:

De voz, para vos dijo...

Es verdad, soy nueva en el tema de Marx... Pero aun así es diferente su forma de concebir la historia. Para Marx la religión es el opio del pueblo, pero en la “pre-historia”, etapa que estudia de forma crítica en su 100%; y en la idea de funcionamiento de la “real historia” no escribió nada en concreto, apartes pueden dilucidar el funcionamiento del comunismo; y en el sistema actual critica la religión, por ser un distractor del ser, transponlo a ideas por fuera del presente que lo distrae y lo aleja de acá que esta agonizante y necesita de acciones concretas que acerquen a la revolución. Gracias por las críticas, son de gran construcción para el proceso de aprendizaje.