viernes, 16 de enero de 2009

Escribir: opuesto a mí

La escritura es como una manera de desentenderse del mundo mostrando lo que uno quiere ver. Es una forma de divulgar los pensamientos y sentimientos más profundos, utilizando las palabras exactas para acabar con la realidad que se desearía no existiera.

Al escribir doy mi grito de inconformismo con los asesinatos, el hambre, la pobreza, la desigualdad descomunal, la corrupción y el poder manejado para hacer daño. O bueno, por lo menos eso es lo que me gustaría lograr, pero para eso hay que saber escribir.

No es fácil convertir unos pensamientos vagos, extraños y varios que a veces rayan con la locura en palabras coherentes, llenas de sentido y de propósito. De verdad, es muy difícil escribir. Pero cuando digo escribir no me refiero a garabatear una que otra frase, como este dizque escrito; no, me refiero a las buenas obras y a los genios que se han hecho pasar por escritores. Y mucho ojo con ese "genio" que no quiere decir conocido ni reconocido, sino simplemente GENIO.

Cuanto quisiera saber escribir, saber erizar la piel, saber sacar una lágrima, saber inculcar un pensamiento, saber producir rabia o tristeza, cuanto quisiera ser alguien que escribe. En algunas ocasiones odio ser simplemente buena en muchas cosas. A veces creo que ese "ser buena" en diferentes ámbitos es lo que me ha imposibilitado ser excelente en una sola cosa.

Tener una habilidad media para bailar, tener gusto por la cocina, conocer medianamente los vientos y el comportamiento del velero ante ellos, saber un poco-casi nada de música, historia y dibujo e intentar hacer buenos artículos: a mi parecer, son todas estas cosas las que me han impedido ser una genio en la escritura. "Escriba lo que escriba pienso que no soy tan bueno", dice Nach en una de sus canciones y eso es lo que siento.

Se me encrispa la piel a leer un muy buen escrito por dos razones, una de no sé qué causada por la sensación de genialidad que invade todo mi cuerpo y la otra de impotencia por no ser yo quien produzca esa sensación.

Esto no lo escribo para buscar consuelo ni ayuda pues para la escritura no hay profesor ni apoyo, simplemente para escribir bien se lee y se escribe, punto. Esto lo escribo con el único propósito de dar por sentadas mi impotencia, mi envidia, mi respeto, mi admiración y mi alabaza para con quienes, de verdad, saben escribir. Cuanto quisiera crear con un dizque escrito mío (cualquiera que sea) una décima parte de lo que puede producir un escrito real.

O quizá sólo escriba esto porque mi poca habilidad me impide escribir algo mejor acerca de algo más interesante que mi simple imposibilidad frente a la escritura. ¿Sonó enredado cierto? Pues sí y no lo pienso cambiar.

Por Maria Clara Calle.

1 comentario:

Alex0795 dijo...

Pues lo has logrado mi hermanita, he sentido ese sentimiento de genialidad en mi cerebrito.

Acabo de empezar a leer este blog, y hasta donde voy es realmente bueno.

El objetivo para mi desde ahora es hacer la grandiosa diferencia, y recordar que es mejor no querer ser como alguien que admiramos sino mejor.